Este domingo el mapa electoral en España se tiñó de azul a excepción de Cataluña y Euskadi. Sorpresa y sorpasso en Andalucía, los populares arrebataron el liderazgo a los socialistas, 23 escaños frente a 20. En la Comunidad Valenciana, `el gobierno a la valenciana`pinchó. La derecha subió y se convirtió en la fuerza más votada, todo a pesar de estar gobernada por una gestora, la corrupción y la imputación de Rita Barberá.
España volvió a confiar y dar otra oportunidad a Mariano Rajoy, mientras el resto de partidos pedían su cabeza, anoche él consiguió no sólo ser la fuerza más votada si no mejorar sus resultados respecto a diciembre en 14 escaños.El bipartidismo está más fuerte que nunca, goza de buena salud y los partidos emergentes han frenado su ascenso - la hora del cambio tendrá que esperar, si nada lo impide, al menos cuatro años-.
en un escenario que no ha variado mucho respecto a diciembre. Nadie ha conseguido mayorías absolutas y los pactos vuelven a ser decisivos a la hora de formar un gobierno.
Sin duda el gran perdedor de éstas elecciones ha sido Ciudadanos, de ser la llave del cambio hasta perder 8 escaños, de 40 a 32. Caras largas en el partido de Albert Rivera, derrotados y abatidos. Hasta en Cataluña se han visto superados por el PP que ha conseguido un diputado más respecto a diciembre. El pacto con el PSOE en la pasada legislatura en un intento de formar gobierno parece que ha pasado factura a la formación naranja. El voto útil de Rivera se ha hundido. Y es que las encuestas fallaron, vaya que si fallaron, aunque daban la victoria a los conservadores nadie esperaba su notable mejoría, sin en cambio, el avance de la izquierda se frenó, el sorpasso no se produjo tal y como mostraban las encuestas y Ciudadanos quedó tocado y hundido. Millones de indecisos y baja participación podrían ser las respuestas a estos resultados.
Anoche bien se podrían decir que se cumplió el refranero popular `más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer`ni el escándalo del ministro del interior, Jorge Fernández Díaz pudo con los populares, pero sin duda uno de sus aliados en su último día de campaña electoral tal y como ha reconocido el ministro de exteriores ha podido ser el efecto `Brexit`. Se inician hoy unas negociaciones que se prevén largas y complicadas. Nadie dijo que ponerse de acuerdo fuera fácil y menos dar su brazo a torcer.
en un escenario que no ha variado mucho respecto a diciembre. Nadie ha conseguido mayorías absolutas y los pactos vuelven a ser decisivos a la hora de formar un gobierno.
Sin duda el gran perdedor de éstas elecciones ha sido Ciudadanos, de ser la llave del cambio hasta perder 8 escaños, de 40 a 32. Caras largas en el partido de Albert Rivera, derrotados y abatidos. Hasta en Cataluña se han visto superados por el PP que ha conseguido un diputado más respecto a diciembre. El pacto con el PSOE en la pasada legislatura en un intento de formar gobierno parece que ha pasado factura a la formación naranja. El voto útil de Rivera se ha hundido. Y es que las encuestas fallaron, vaya que si fallaron, aunque daban la victoria a los conservadores nadie esperaba su notable mejoría, sin en cambio, el avance de la izquierda se frenó, el sorpasso no se produjo tal y como mostraban las encuestas y Ciudadanos quedó tocado y hundido. Millones de indecisos y baja participación podrían ser las respuestas a estos resultados.
Anoche bien se podrían decir que se cumplió el refranero popular `más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer`ni el escándalo del ministro del interior, Jorge Fernández Díaz pudo con los populares, pero sin duda uno de sus aliados en su último día de campaña electoral tal y como ha reconocido el ministro de exteriores ha podido ser el efecto `Brexit`. Se inician hoy unas negociaciones que se prevén largas y complicadas. Nadie dijo que ponerse de acuerdo fuera fácil y menos dar su brazo a torcer.